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EL ÓPTICO-OPTOMETRISTA
EN EL CONTROL DE LA DIABETES
En el caso de que el paciente nos informe durante la historia clínica de que es
diabético:
La detección precoz de la retinopatía diabética es sin duda de gran importan-
cia para prevenir una posible ceguera, pero de igual importancia es el segui-
miento del paciente tras su diagnóstico. Por ello, el informe que se envía al
médico de familia/especialista debería ser respondido describiendo y/o con-
fi rmando el diagnóstico, y esta información incluida en la fi cha del paciente.
De esta manera se realiza un seguimiento paralelo al del especialista, ya que
en ocasiones el paciente pierde el contacto tras el tratamiento.
Enviar un recordatorio al paciente indicando la importancia de una revisión,
no solo para evaluar la salubridad ocular, sino también la estabilidad de su
refracción y del campo visual, será de gran ayuda para asegurar la continui-
dad del seguimiento.
Igual de elemental que realizar un buen seguimiento es contemplar la posibilidad
de un cambio en el diagnóstico. Si tras la evaluación de un paciente previamente
diagnosticado con retinopatía no proliferativa moderada (sin edema macular) se
observa una agudeza visual signifi cativamente peor que la previa a la remisión del
paciente al especialista no debida a causa refractiva, el paciente debe ser referido
con la urgencia de un edema macular si se sospecha que pudiera ser la causa. Un
diagnóstico incorrecto (cambios agudos o progresivos en el fondo de ojo) aumen-
ta el riesgo de retinopatía proliferativa hasta del 50% en un año.
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