Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas

En algunas personas afectadas, la DMAE avanza tan lentamente que la pérdida de la visión no se produce hasta mucho tiempo después, pero en otras la enfermedad avanza más rápido de lo normal y puede conducir a una pérdida paulatina de la visión en uno o en ambos ojos.
A medida que avanza la DMAE uno de los síntomas más comunes es la observación de una zona borrosa cerca del centro de la visión y, con el tiempo, el área borrosa suele aumentar de tamaño, se pueden desarrollar manchas blancas en la visión central y la percepción de los objetos que nos rodean no parecerán ser tan brillantes como lo que solían ser.
La DMAE por sí misma no conduce a la ceguera, pero la pérdida de la visión central que causa esta patología puede interferir con actividades cotidianas para las que necesitamos la visión de cerca.

Detección de la DMAE

Las fases tempranas e intermedias de la DMAE suelen comenzar sin síntomas. Solo un examen visual y ocular completo con dilatación puede detectar la enfermedad. Ese examen ocular puede incluir:

• Prueba de agudeza visual. Realizada por el óptico-optometrista con distintos instrumentos.
• Examen con dilatación de la pupila. Proporciona una óptima observación de la parte posterior del ojo con el uso de una lente de aumento especial. El especialista examinará toda el área de la retina y el nervio óptico para detectar señales de DMAE y otros problemas oculares.
• Rejilla de Amsler. El especialista también puede pedir que se observe una cuadrícula especial. Los cambios en la visión central producidos por el deterioro macular pueden causar que las líneas de la cuadrícula desaparezcan o aparezcan onduladas, un signo bastante claro de DMAE.
• Angiografía fluoresceínica. En esta prueba, realizada por un oftalmólogo, se inyecta previamente en una vena del brazo un tinte fluorescente y se toman imágenes cuando dicho tinte pasa por los vasos sanguíneos del ojo. Esto permite ver las fugas de sangre en los vasos oculares que se producen en el tipo progresivo de la DMAE, que es el más grave. Tomografía de coherencia óptica. Con esta prueba se pueden conseguir imágenes en alta resolución de los tejidos oculares. Durante el examen, el especialista buscará drusas, que son depósitos amarillos debajo de la retina. Cuando estos depósitos son de tamaño mediano o grande, puede indicar que se padece DMAE. Otro signo importante de DMAE es la aparición de cambios de pigmentación (color) debajo de la retina.

Tipos y fases de la DMAE

Existen dos tipos de degeneración macular relacionada con la edad: la húmeda y la seca. La degeneración macular húmeda ocurre cuando los vasos sanguíneos anormales detrás de la retina comienzan a crecer debajo de la mácula. Estos nuevos vasos sanguíneos tienden a ser muy frágiles y frecuentemente gotean sangre y líquido. La sangre y el líquido levantan la mácula de su lugar normal en el fondo del ojo. El daño a la mácula ocurre rápidamente. Con la degeneración macular húmeda, la pérdida de la visión central puede suceder muy deprisa. La degeneración macular húmeda se considera como una forma avanzada de la degeneración macular y es más severa que la forma seca. Uno de los primeros signos de la degeneración macular húmeda es que las líneas rectas parecen onduladas. La degeneración macular seca se produce cuando las células de la mácula sensibles a la luz se van deteriorando poco a poco haciendo que la visión central se nuble gradualmente en el ojo afectado. A medida que la degeneración macular seca empeora, puede ser que se note un punto borroso en el centro de la visión. Con el tiempo, es probable que se pierda progresivamente la visión central en el ojo afectado. El síntoma más común de la degeneración macular seca es la visión borrosa. La DMAE seca generalmente afecta ambos ojos, pero se puede perder la vista en un solo ojo. La degeneración macular seca tiene tres etapas que pueden aparecer en uno o en ambos ojos:

• La degeneración macular temprana. Las personas tienen varias drusas pequeñas o algunas drusas medianas. En esta etapa, no hay síntomas ni pérdida de visión.
• La degeneración macular intermedia. Las personas tienen muchas drusas de tamaño mediano, o una o más drusas grandes. Algunas personas ven un punto borroso en el centro de su visión. Es posible que necesiten más luz para leer y para realizar otras tareas.
• La degeneración macular seca avanzada. Además de las drusas, las personas tienen un deterioro de las células sensibles a la luz y del tejido de apoyo en el área central de la retina. Este deterioro puede causar un punto borroso en el centro de su visión. Con el tiempo, el punto borroso puede agrandarse y obscurecerse, opacando más su visión central. Pueden tener dificultad para leer o para reconocer a las personas hasta que estén muy cerca.

Tratamientos

Una vez que la DMAE alcanza la etapa avanzada, ningún tratamiento puede prevenir la pérdida de visión. Sin embargo, el tratamiento puede retrasar y posiblemente prevenir que DMAE intermedia progrese a la etapa avanzada en la que ocurre la pérdida de visión. Estudios en los últimos tiempos, como el desarrollado por el National Institute of Eye, en Estados Unidos, han encontrado que tomando una formulación específica de dosis altas de antioxidantes y zinc, se reducía el riesgo de la degeneración macular avanzada y de la pérdida de visión asociada. Demorando el progreso de la etapa intermedia de la degeneración macular relacionada con la edad a la etapa avanzada, podría salvarse la visión de muchas personas. Las cantidades diarias específicas de los antioxidantes y de zinc que utilizaron los investigadores del estudio eran 500 miligramos de vitamina C, 400 Unidades Internacionales de vitamina E, 15 miligramos de beta-caroteno, 80 miligramos de zinc en la forma de óxido de zinc y 2 miligramos de cobre en la forma de óxido cúprico. Las personas que tienen un riesgo alto de desarrollar la degeneración macular avanzada deberían considerar tomar la formulación. Este tratamiento no es una cura para la DMAE. No restaurará la visión que ya se ha perdido por la enfermedad. Sin embargo, puede demorar el desarrollo de la etapa avanzada y puede ayudar a preservar la visión de las personas con un riesgo alto de desarrollar la enfermedad. La degeneración macular húmeda puede ser tratada con cirugía láser, terapia fotodinámica e inyecciones en el ojo, aunque ninguno de estos tratamientos cura la degeneración macular húmeda. La enfermedad y la pérdida de visión pueden progresar aún cuando se reciba tratamiento.