Tres de cada cuatro esquiadores admiten desconocer el tipo de filtro óptico que llevan las lentes de las gafas que utilizan para protegerse de la radiación solar en altitudes elevadas.

Tres de cada cuatro esquiadores admiten desconocer el tipo de filtro óptico que llevan las lentes de las gafas que utilizan para protegerse de la radiación solar en altitudes elevadas. Así se desprende de las conclusiones de un estudio patrocinado por una conocida cadena del sector óptico, cuyos autores consideran “significativo” este desconocimiento, cuando hasta el 84 por ciento de los encuestados admite ser consciente de los daños que puede provocar el uso de un filtro inadecuado.
La encuesta es relevante, ya que la mayoría (88 por ciento) de los participantes son esquiadores habituales y tienen un nivel entre “medio” y de “competición”. De estos, la mitad utiliza de forma habitual gafas de ventisca, dado el creciente uso de cascos de seguridad, y hasta el 35 por ciento lleva gafas de sol.
Tras analizar los filtros ópticos con un espectroscopio, observaron que el 70 por ciento de las gafas de ventisca contaba con una categoría de protección nivel 1, y el 30 por ciento restante de nivel 2, un índice que los expertos consideran “insuficiente y potencialmente peligroso si el día está soleado”. En lo que se refiere a gafas de sol, la protección más usada era de 3 y 4, con un 60 y 28 por ciento, respectivamente. Además, aunque todos los filtros solares analizados mostraban un nivel óptimo de protección frente a la radiación UV, solo el 25 por ciento de las lentes solares carecía de protección frente a la radiación infrarroja y, en el caso de las máscaras de ventisca, este valor aumentaba hasta alcanzar un 90 por ciento.