Déjate asesorar por tu óptico-optometrista.
Sus consejos, después de conocer las actividades laborales y de ocio que sueles realizar habitualmente, te servirán para hacer un buen uso de las gafas de sol y prevenir enfermedades oculares. Los argumentos más importantes para la elección de una gafa de sol son:
- Situaciones de uso. Debes saber en qué momentos, en los que verdaderamente va a ser necesaria una protección adecuada, las vas a utilizar, por encima de modas y corrientes estéticas.
- Filtro de protección. Debemos interesarnos en qué tipo es el que llevan nuestras gafas de sol, según nuestras actividades. El filtro solar debe protegernos completamente de la radiación ultravioleta (UV), independientemente del color del cristal y adaptarse al uso de las gafas de sol: conducción de automóviles, paseos por la ciudad, esquí, vela…
- Calidad de las lentes. Las lentes de baja calidad pueden dejar pasar la radiación solar a pesar de ser muy oscuras, pueden deformarse y causar aberraciones ópticas.
- Calidad de la montura. Es importante utilizar monturas que cubran los laterales del ojo, con el fin de que no entre la radiación solar. También las gafas muy pequeñas no protegen a los ojos, sobre todo los párpados, de la radiación nociva.
- Si hemos pasado por una operación ocular. En las personas intervenidas de cataratas, el uso de gafas de sol protege el interior del ojo, antes preservado por el cristalino.
Es aconsejable primero informarse adecuadamente por los ópticos-optometristas u oftalmólogos, de cuáles son los tipos de gafas de sol más adecuados en cada caso para las actividades que se vayan a llevar a cabo con ellas. En segundo lugar, adquirirlas siempre en establecimientos especializados que garantizan la calidad del producto.