La decana, Inmaculada Aparicio, y la secretaria general, Ana Belén Cisneros, se reúnen con la Consejería de Sanidad de Castilla y León para buscar líneas de colaboración que contribuyan a reducir las abultadas listas de espera en Oftalmología.
La decana del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León COOCYL, Inmaculada Aparicio, junto con la secretaria general, Ana Belén Cisneros, han mantenido un cordial encuentro con la Dra. Gloria Sánchez Antolín, directora técnica hospitalaria de la Dirección General de Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, para buscar líneas de colaboración que contribuyan a reducir las listas de espera en los servicios de Oftalmología de la Comunidad. Se trata de una primera toma de contacto que el Colegio castellanoleonés espera que se traduzca en una suma de esfuerzos en beneficio de la salud visual de los ciudadanos de la región.
Como indica al respecto Inmaculada Aparicio, desde la institución colegial, tanto a nivel nacional como autonómico, llevan mucho tiempo demandando la inclusión de óptico-optometrista en el Sistema Nacional de Salud, “con todos los derechos y obligaciones que esto supone, pero hasta ahora todas las tentativas en nuestra comunidad no han sido muy fructíferas”.
Sin embargo, la crisis sanitaria que padecemos en la actualidad por la pandemia generada por la COVID-19 ha generado unas circunstancias especiales, y muy negativas, en cuanto al aumento de las listas de espera, más si cabe en una especialidad como Oftalmología que ya arrastraba durante años una gran demora en las consultas.
Ante esta realidad, desde COOCYL han decidido intensificar sus esfuerzos en aras de lograr los mecanismos necesarios para que los profesionales sanitarios ópticos-optometristas puedan poner su formación al servicio de la mejora de la salud visual. “Volvemos a promover conversaciones, reuniones, búsqueda de apoyos, colaboraciones… desde diferentes ámbitos para articular y lograr el espacio que debemos ocupar por derecho en el Sistema Nacional de Salud, en nuestro caso en el servicio de salud de Castilla y León, SACYL”.
“No cejaremos en el empeño de dar pequeños pasos hasta lograr el reconocimiento total de nuestra profesión, pensando siempre en la salud de los ciudadanos”, añade la decana.
Desde la Gerencia de Sacyl se han mostrado en todo momento dispuestos a seguir dialogando para avanzar, en primer lugar, en la reducción de las listas de espera oftalmológicas, y posteriormente, para lograr la inclusión del óptico optometrista en el sistema de salud, tanto en hospitales como en atención primaria, “trabajando codo con codo con los oftalmólogos para de alguna manera cribar todos los casos de diminución de agudeza visual de origen refractivo”.
Las responsables del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León ya tuvieron una toma de contacto con la propia consejera de Sanidad, Verónica Casado, en una primera reunión a finales del pasado año, en la antesala de la pandemia, en la que le trasladaron las principales demandas de la profesión para contribuir a la mejora de la salud visual de los ciudadanos.
En una reunión cordial, que tuvo lugar en la sede de la Consejería y a la que también asistió el vicedecano de la institución colegial, Luis Ángel Merino, además de la decana y la secretaria general, informaron a la consejera de algunos proyectos puestos en marcha en otras comunidades autónomas para la inclusión del óptico-optometrista en el sistema público de salud y los beneficios que ello reporta.
En este sentido, la decana del Colegio recordó que estas experiencias se traducen “en una mayor eficiencia del sistema en cuanto a la mejora de la salud visual, con reducción de las listas de espera y la detección precoz de algunas enfermedades muy prevalentes, como el glaucoma”.
La consejera, que estuvo acompañada en la reunión por el gerente regional de Sacyl, Manuel Mitadiel, se mostró ya entonces muy receptiva ante las propuestas de COOCYL y especialmente interesada en conocer los programas de Grado de Óptica y Optometría y el plan de formación continuada que desarrolla a lo largo de todo el año el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León.
Una formación que avala a los óptimos-optometristas como asistentes primarios de la salud visual, ya que, de hecho, entre el 70 y el 80% de los usuarios que necesitan corrección visual o revisiones acuden a su óptica de confianza.
Como indica al respecto Inmaculada Aparicio, desde la institución colegial, tanto a nivel nacional como autonómico, llevan mucho tiempo demandando la inclusión de óptico-optometrista en el Sistema Nacional de Salud, “con todos los derechos y obligaciones que esto supone, pero hasta ahora todas las tentativas en nuestra comunidad no han sido muy fructíferas”.
Sin embargo, la crisis sanitaria que padecemos en la actualidad por la pandemia generada por la COVID-19 ha generado unas circunstancias especiales, y muy negativas, en cuanto al aumento de las listas de espera, más si cabe en una especialidad como Oftalmología que ya arrastraba durante años una gran demora en las consultas.
Ante esta realidad, desde COOCYL han decidido intensificar sus esfuerzos en aras de lograr los mecanismos necesarios para que los profesionales sanitarios ópticos-optometristas puedan poner su formación al servicio de la mejora de la salud visual. “Volvemos a promover conversaciones, reuniones, búsqueda de apoyos, colaboraciones… desde diferentes ámbitos para articular y lograr el espacio que debemos ocupar por derecho en el Sistema Nacional de Salud, en nuestro caso en el servicio de salud de Castilla y León, SACYL”.
“No cejaremos en el empeño de dar pequeños pasos hasta lograr el reconocimiento total de nuestra profesión, pensando siempre en la salud de los ciudadanos”, añade la decana.
Desde la Gerencia de Sacyl se han mostrado en todo momento dispuestos a seguir dialogando para avanzar, en primer lugar, en la reducción de las listas de espera oftalmológicas, y posteriormente, para lograr la inclusión del óptico optometrista en el sistema de salud, tanto en hospitales como en atención primaria, “trabajando codo con codo con los oftalmólogos para de alguna manera cribar todos los casos de diminución de agudeza visual de origen refractivo”.
Las responsables del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León ya tuvieron una toma de contacto con la propia consejera de Sanidad, Verónica Casado, en una primera reunión a finales del pasado año, en la antesala de la pandemia, en la que le trasladaron las principales demandas de la profesión para contribuir a la mejora de la salud visual de los ciudadanos.
En una reunión cordial, que tuvo lugar en la sede de la Consejería y a la que también asistió el vicedecano de la institución colegial, Luis Ángel Merino, además de la decana y la secretaria general, informaron a la consejera de algunos proyectos puestos en marcha en otras comunidades autónomas para la inclusión del óptico-optometrista en el sistema público de salud y los beneficios que ello reporta.
En este sentido, la decana del Colegio recordó que estas experiencias se traducen “en una mayor eficiencia del sistema en cuanto a la mejora de la salud visual, con reducción de las listas de espera y la detección precoz de algunas enfermedades muy prevalentes, como el glaucoma”.
La consejera, que estuvo acompañada en la reunión por el gerente regional de Sacyl, Manuel Mitadiel, se mostró ya entonces muy receptiva ante las propuestas de COOCYL y especialmente interesada en conocer los programas de Grado de Óptica y Optometría y el plan de formación continuada que desarrolla a lo largo de todo el año el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León.
Una formación que avala a los óptimos-optometristas como asistentes primarios de la salud visual, ya que, de hecho, entre el 70 y el 80% de los usuarios que necesitan corrección visual o revisiones acuden a su óptica de confianza.