Las causas de la ambliopía no están claras.
Una ambliopía puede manifestarse por diferentes motivos:
- Un estrabismo (ambliopía estrábica). El cerebro no puede utilizar imágenes distorsionadas, confusas, provenientes de dos ojos que no están perfectamente alineados. Para que éstas tengan sentido, el cerebro no presta atención a la imagen que capta uno de los ojos, anulándole progresivamente.
- Error en la graduación de un ojo (ambliopía refractiva). Por la percepción de imágenes borrosas en sólo uno de los ojos por un determinado defecto de refracción, como miopía o hipermetropía, mal compensado.
- Diferencias de visión entre los ojos (ambliopía anisometrópica). Distinta graduación óptica en cada uno de los ojos. Un ojo puede ser más miope, hipermétrope o astigmático que el otro ojo. Estos tres problemas visuales impiden que una imagen se enfoque en la retina correctamente. El cerebro, una vez más, utilizará la imagen del ojo que funciona mejor y el otro, progresivamente, lo irá anulando.
- Enfermedades (ambliopía por deprivación visual). Las cataratas congénitas o los problemas de párpados pueden impedir que uno de los ojos se abra por completo y se desarrolle normalmente en el niño, provocando una ambliopía.
- Envenenamiento por fármacos, alcohol o consumo de tabaco (ambliopía tóxica).
Las causas de la ambliopía más comunes son el estrabismo y la anisometropía, aunque muchas de estas ambliopías son puramente funcionales y otras son orgánicas debido a anomalías patológicas o anatómicas. Este último tipo de ambliopía es debida a importantes carencias nutricionales en la infancia o a envenenamientos.