Todos debemos ser conscientes de la importancia que tiene la adecuada compensación de la presbicia o “vista cansada” a partir de los 40 años.
Debemos tener en cuenta que un siete por ciento de españoles que sufren presbicia nunca se ha revisado la visión en centros sanitarios especializados, un dato importante si tenemos en cuenta que un importante grupo de personas mayores de 40 años puede tener serios problemas visuales sin saberlo o aceptarlo. Eso supone que un alto porcentaje de la población tiene problemas en la realización de tareas sencillas y habituales, como leer un libro o un periódico, enhebrar una aguja, cocinar, o incluso conducir un automóvil, con los riesgos que esto puede conllevar para su calidad de vida y su salud.
Actualmente, el mejor tratamiento para la compensación óptica de la presbicia es puramente óptico.Después de un examen visual específico, el óptico-optometrista te recomendará la mejor solución para cada caso. En el mercado existen varios tipos de lentes (cristales) para cada una de las necesidades y estilos de vida de las personas con vista cansada; entre las más frecuentes destacan:
- Las lentes monofocales: recomendables para aquellos présbitas que precisan poca o ninguna graduación de lejos; este tipo de lentes se pueden montar en una gafa convencional, adecuadas para realizar un trabajo que requiera visión cercana durante un prolongado periodo de tiempo -con la ventaja de presentar un amplio campo visual y con el inconveniente lógico de sufrir una visión de lejos completamente borrosa, pudiendo llegar incluso a sentir ciertas sensaciones de vértigo-; o en gafas denominadas de "media luna", ideales para aquellas personas que tienen buena visión de lejos, ya que permiten mirar por encima de ellas.
La gafa de "media luna" es limitada e insuficiente, porque si además de tener presbicia se es miope, hipermétrope o astígmata, deberemos llevar siempre encima dos gafas: unas para lejos y otras para visión de cerca. Otro inconveniente importante, puramente estético, es que son percibidas como "gafas de viejo", aunque hoy día estas lentes se acompañan con monturas a la última moda, incluso firmadas por prestigiosos diseñadores. - Lentes bifocales: Aunque no son la solución ideal, facilitan la visión de lejos por la parte superior de la lente y de cerca por la zona inferior, únicamente con una leve elevación de ojos o de la cabeza. Este tipo de lentes permite ver nítidamente objetos que se encuentren cerca y lejos de nosotros, pero se pierde la visión nítida de las áreas intermedias. Además, desde un punto de vista estético, se nota la división entre ambas zonas ópticas, lo cual resulta también un indicio de la edad.
- Lentes trifocales: para cubrir la visión de cerca, lejos e intermedia. Es difícil adaptarse a ellas y se nota igualmente la división entre las zonas ópticas.
- Lentes progresivas: Sin lugar a dudas, la mejor solución para la presbicia existente en la actualidad. Este tipo de lentes permite una visión nítida a cualquier distancia, simplemente variando la inclinación de los ojos o de la cabeza, por lo que elimina las limitaciones propias de la presbicia, además de ser las más estéticas. Son idóneas para aquellos que deben trabajar en visión de cerca prolongados periodos de tiempo y también para aquellos que precisan cambiar de distancia de mirada con frecuencia. La adaptación a unas lentes progresivas puede ser algo más larga que a unos bifocales, aunque el resultado final compensa este periodo adaptativo.
- Lentes de contacto: en la actualidad la tecnología ha resuelto con eficacia el mismo problema por medio de lentes de contacto adecuadas a la presbicia, en particular las multifocales o progresivas, con un altísimo porcentaje de éxito en las adaptaciones.
Por último señalar que es fundamental, a la hora de pasar una revisión visual, que se informe claramente de cuáles son nuestras principales necesidades en visión cercana (si leemos mucho, si trabajamos durante varias horas seguidas con el ordenador, etcétera) pues nuestras actividades pueden influir en el tipo de compensación que el óptico-optometrista nos recomiende.