En una ocasión Nick Lum, abogado corporativo en Silicon Valley durante siete años, se preguntó cómo sería la lectura en su tablet si el texto no fuera solo negro sobre blanco, sino de color. Más tarde no se quedo con la duda y lo probó.
Publicó un simple complemento en un sitio web llamado Hacker News. Para
cuando regresó del almuerzo, la publicación había pasado al puesto número uno
en el sitio. Pronto miles de personas lo
probaron, y corrió la voz entre las comunidades
de TDAH y dislexia comenzándose
a extenderse. Así muchas de las
personas que habían tenido problemas
con la lectura encontraron un aliado con
la aplicación.
La idea de Lum, ahora llamada BeeLine
Reader, ganó el concurso Stanford Social
Entrepreneurship and Dell Education
startup en 2014.
BeeLine Reader es una curiosa aplicación
que hace que la lectura en las pantallas
sea más fácil, rápida y placentera.
Utiliza un simple truco cognitivo, un
gradiente que va del color del rojo al
azul que guía los ojos a través del texto
y facilita el paso de una línea hasta
el comienzo de la siguiente. Esta técnica
aumenta la velocidad de lectura y mejora
el enfoque.
Descargando esta herramienta en el
dispositivo móvil o en el ordenador podremos
leer sitios web, correos electrónicos,
libros y documentos en formato
PDF utilizando la técnica de BeeLine.
Puede descargarse también un complemento
para el navegador Chrome en el
ordenador o en un dispositivo iOS o Android
en teléfonos o tabletas, aparecerá
entonces un botón con la letra “B” a la
derecha de la barra navegadora y automáticamente
podremos ver los textos
de los sitios web en diferentes colores, aunque también se pueden personalizar las páginas que queremos leer y el esquema de color utilizado. La herramienta también permite leer documentos en formato PDF en el PC.
Los creadores de BeeLine Reader aseguran que es útil para todo tipo de
nivel de lectores aunque aquellos con
dislexia, déficit de atención y problemas
de visión recibirán los mayores
beneficios, con aumentos de velocidad
que pueden superar el 50%.
Los precios varían según la utilidad.