Para paliar los inconvenientes de la lectura electrónica, la industria ha diseñado unas lentes de ayuda a la visión próxima, que ofrecen al usuario la posibilidad de no forzar tanto los ojos en visión de cerca.
Estas lentes han salido al mercado ante las nuevas demandas visuales, porque actualmente las personas continúan usando en su tiempo de ocio dispositivos electrónicos. “Las nuevas lentes ayudan al ojo a mirar de cerca y que no se canse demasiado”, ha destacado Eiroa.
Este aumento del uso de la visión próxima provoca que cada vez haya más miopes. Actualmente, un 40% de los menores de 20 años presentan miopía.
LEER EN FORMATO DIGITAL
Con el aumento de las ventas de dispositivos electrónicos en los últimos años (libros electrónicos, tabletas, portátiles o teléfonos inteligentes) han mudado los patrones de lectura de manera radical y ha surgido la llamada “generación digital”.
Un 52,5 % de la población española mayor de 14 años lee en formato digital. Resulta indudable que la lectura electrónica ofrece muchas ventajas respecto a la lectura tradicional, pero los usuarios de estos productos no saben si de esta manera dañan su visión.
En este contexto, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia explica que, si tras horas sentados frente a un libro sentimos cierto “cansancio” visual, esta incomodidad puede aumentar con las pantallas de los dispositivos digitales.
Si se dedican muchas horas a una lectura intensiva, los ojos se pueden resentir, pero más aún si utilizamos dispositivos como los e-books. El colegio gallego recuerda que el sistema visual del ser humano está diseñado anatómicamente para la visión de lejos, mientras que mirar de cerca durante mucho tiempo supone un esfuerzo y puede provocar molestias.
Según Eiroa, aproximadamente un 75 % de los usuarios de dispositivos electrónicos padece el denominado síndrome de fatiga visual. Sus síntomas son las molestias oculares —tensión, pesadez de ojos, picores, quemazón, necesidad de frotarse los ojos, somnolencia, escozor ocular, aumento del parpadeo—, los trastornos visuales —dificultad al percibir los caracteres en las pantallas, visión borrosa al mirar de lejos, diplopia (visión doble) —, y síntomas extraoculares —cefaleas, vértigos y sensaciones de desasosiego y ansiedad, además de molestias en la nuca y la columna vertebral—. Para evitar estos trastornos, los e-books y tabletas electrónicas permiten una posición de lectura inclinada, con características ergonómicas.
Además, las pantallas de estos dispositivos se iluminan constituyendo una fuente de luz led, lo cual supone una gran desventaja, ya que normalmente tener la mirada puesta en una fuente de luz directa causa fatiga visual. “Al tener la pantalla iluminada, muchas personas leen a oscuras provocando un estrés visual innecesario”, señala Eiroa.
Para estos casos se han creado unas nuevas lentes para los dispositivos digitales, con un filtro especial adherido a la lente que permite eliminar el exceso de luz azul que emiten estos dispositivos led. Las lentes adquieren un tono marrón amarillento muy tenue que permite observar con mayor comodidad las pantallas led.