Recuerdan que las lentes deben estar homologadas para garantizar la calidad de los filtros solares
«Un gesto tan sencillo como ponerse unas gafas de sol puede hacer más por nuestra salud visual y ocular de lo que imaginamos», así lo ha señalado la secretaria general del Colegio de Ópticos y Optometristas de Castilla y León (COOCYL), Ana Belén Cisneros.
El Coelgio resalta la importancia de la protección solar para «evitar y prevenir enfermedades oculares, algunas de ellas tan graves que pueden provocar la pérdida de visión y acelerar los procesos propios del envejecimiento ocular».
No obstante, insiste que las lentes estén homologadas y adquiridas en establecimientos sanitarios autorizados, bajo el consejo y prescripción de un óptico-optometrista, pues son las que «garantizan la calidad de los filtros y la salud del usuario durante su uso».
En este sentido, el delegado del COOCYL en Salamanca, Mariano Luengo, ha alertado de consecuencias «irreversibles». «Si permitimos una exposición prolongada al ojo sin la protección idónea estaremos afectando a los medios trasparentes del ojo, fundamentalmente al cristalino, e incluso más internamente a la retina, sin olvidarnos tampoco de los más superficiales, como puedan ser párpados, la conjuntiva o la córnea», explica.
En palabras del delegado salmantino, los rayos UVB pueden provocar queratitis, como suele ocurrirles a los esquiadores en la nieve. Esta lesión corneal provoca fotofobia y una sensación de arenilla dentro de los ojos.
Además, en la conjuntiva, la radiación solar suele causar pterigion, que es una membrana vascularizada que invade la córnea y progresa hacia la pupila, o pingüecula, una lesión de color amarillento cerca del limbo corneal.
La opacificación del cristalino es «la acción más habitual de los rayos UVB», lo que da lugar a las cataratas, y, en la retina, la radiación de sol puede llegar a «quemar» la zona foveolar, además de que se ha comprobado la relación de ella con la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), ha añadido.
«No protegerse de forma adecuada es también una puerta abierta a las lesiones cutáneas y, en casos extremos, a desarrollar un cáncer en la piel de los párpados. Peligros a medio y largo plazo que hay que prevenir a lo largo de todo el año, pero de forma especial en los meses de verano cuando la radiación solar es más intensa», ha concluido el colegio.