En la actualidad, un óptico-optometrista español es un profesional diplomado universitario altamente cualificado.
Desde que en 1956 se imparte el diploma de "Óptico de anteojería" a los primeros 1.300 ópticos que acabaron sus estudios en el Instituto de Óptica Daza de Valdés del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la enseñanza de la óptica-optometría en España ha evolucionado de forma gradual, aunque debemos de resaltar la profunda y completa formación de aquellos primeros ópticos españoles, auténticos pioneros en la puesta en marcha de una disciplina profesional del ámbito sanitario. Una profesión que hoy día estudian miles de jóvenes repartidos en los diez centros universitarios de todo el territorio español, centros donde se imparten — durante los tres años que dura la carrera, en la actualidad — , las disciplinas correspondientes a la titulación de Diplomado en Óptica y Optometría.
Las enseñanzas correspondientes capacitan a los titulados universitarios en óptica y optometría para realizar el examen visual optométrico, prescripción de lentes, entrenamiento visual — para la conservación o la mejora de la visión — , adaptación contactológica y sistemas ópticos que el examen visual indique, tales como gafas, lentes de contacto y sistemas amplificadores para personas con baja visión.
Un óptico-optometrista puede especializarse en diversos campos, por ejemplo en refracción, lentes de contacto, visión infantil, visión geriátrica, baja visión, visión en el trabajo, visión deportiva, ergonomía visual, exámenes visuales pre y posquirúrgicos en centros de atención y cirugía oftalmológica…, así como en el tallado,montaje, suministro, verificación y control de los medios adecuados para la prevención, detección, protección, compensación y mejora de la visión.