Por el bien de nuestra salud visual y ocular, nunca debemos adquirir gafas de sol, ni ningún otro producto, como gafas para visión “de cerca”, en este tipo de lugares, ya que su utilización supone un grave riesgo para la salud.
Según un estudio realizado por la Federación Española de Asociaciones de Óptica (FEDAO), en España existe alrededor de un 30 por ciento de usuarios que adquieren sus gafas de sol en puestos callejeros, con los problemas oculares que su utilización pueden acarrear.
El estudio refleja unos datos alarmantes para la salud visual y ocular de los ciudadanos: casi tres millones de gafas se venden en bazares y otros comercios (un 9,4 por ciento); casi dos millones y medio en promociones de revistas y otros productos de diversa índole: cremas, cámaras de fotografías, ropa, etcétera (8,7 por ciento) y, por último, cerca de nueve millones (un 30,8 por ciento) se distribuyen en el denominado "topmanta".
Según el trabajo de investigación, sólo el 13 por ciento de los españoles escoge los establecimientos sanitarios de óptica como el lugar idóneo para adquirir sus gafas de sol además de en otros centros de distribución, como en grandes superficies y grandes almacenes (24,3 por ciento); tiendas de deporte (3 por ciento) y establecimientos de gafas de sol (3,6 por ciento). Analizando con detalle estos datos, además de esta distribución ilegal que no cumple ningún requisito ni fiscal ni sanitario, los ópticos-optometristas quieren alertar sobre la pobre calidad visual y de protección solar que ofrecen las gafas de sol comercializadas en lugares ilegales, y destacan el considerable aumento de radiación ultravioleta (UV) que llega a un país tan luminoso como el nuestro.
En España aquellas gafas de sol comercializadas en bazares, mercadillos o puestos ambulantes, no han pasado ningún control de calidad, ni óptico ni sanitario, lo que puede perjudicar extraordinariamente la visión de los usuarios de estos productos, que pueden visitar consultas oftalmológicas de urgencia afectados con queratitis, queratoconjuntivitis y otras patologías más graves relacionadas con la incidencia de la radiación solar sobre las estructuras oculares, como cataratas prematuras, pinguéculas y pterigium.