Los españoles son conscientes del impacto de la discapacidad visual en su calidad de vida, ya que, a la hora de decidir entre perder este sentido o diez años de vida, un 63% elegiría conservar la visión.
Así, el barómetro muestra que los españoles en el último año han dado más importancia a controlar su presión sanguínea (67%), revisar su nivel de colesterol (62%) y hacerse una limpieza dental (48%) que a evaluar su salud visual.
Cuando se les pregunta por qué no se hacen revisiones visuales con más frecuencia, la mayoría responde que ve bien (72%), y/o que no experimenta ningún tipo de síntoma (68%). A gran distancia se sitúan los que no lo consideran de primera urgencia (39%), seguidos de los que priorizan otras revisiones (34%) o las consideran caras (33%).